Sobredosis de nostalgia en la penúltima pelea de 'Cobra Kai'
La serie de Netflix se despide la próxima semana estrenando la última tanda de episodios de su sexta entrega

La nostalgia es inmune a las curvas pero no al tiempo: puede sobrevivir a las acometidas de la montaña rusa de la vida y, sin embargo, morir con los años en una de sus curvas. Cuando nadie lo esperaba, el espíritu del señor Miyagi de ... Pat Morita, el maestro que le enseñaba a Ralph Macchio a dar la patada de la grulla en el final de la película ochentera 'Karate Kid: El momento de la verdad', resucitó treinta y cuatro años después en la serie 'Cobra Kai', que Netflix incorporó a su catálogo después del éxito de su debut en YouTube y que estrena la semana que viene la última tanda de episodios. Ni con kimonos se libra la serie de un final tras seis temporadas.
Espóiler: agoniza la nostalgia pero aún no muere el Miyagiverso, ojo, porque habrá película con Macchio y Jackie Chan en cines en mayo. Ya se sabe, el dinero es capaz de perpetuar los estertores de una despedida hasta límites insospechados, estirando la edad de sus protagonistas, Peter Panes con el síndrome de 'Al salir de clase', repitiendo tramas hasta el absurdo y, por el camino, perdiendo el humor ácido que servía de alivio cómico a un serie por lo demás bastante blanca. La baza de repescar al reparto original no lo puede todo y 'Cobra Kai' ha experimentado sus altibajos a lo largo de las seis temporadas.
El valor de la disciplina y la constancia, la importancia de no rendirse, del esfuerzo y de las pequeñas metas... La misma filosofía de la película de 1984 está en 'Cobra Kai', que además supo desmarcarse del puro pastiche para convertirse en el viaje de redención de Johnny Lawrence, villano del filme original que, ya en la primera temporada de la serie, se convierte en el antihéroe ejemplar, representando la vuelta de tuerca a una franqui-cia que se movía en términos absolutos, el bien contra el mal, pero que admitía más matices.
Dar cera, pulir cera
La dinámica, por lo demás, perpetúa la misma sencillez que la de la saga de karate. Dar cera y pulir cera. El motor de la serie siguen siendo las rivalidades, primero entre Daniel LaRusso (Macchio) y Lawrence (William Zabka) y, una vez deconstruida la enemistad entre los dos protagonistas, las renueva y las expande. Así, 'Cobra Kai' entró de lleno en una carrera armamentística por buscar nuevas rivalidades, cada vez más exageradas y forzadas: Lawrence contra John Kreese (Martin Kove), Kreese contra Terry Silver, los adolescentes con su guerra paralela y, finalmente, todos los 'dojos' contra Silver y su letal Camino del Puño en el Sekai Taikai de esta entrega final, que se desarrolla en Barcelona –con polémicas por el retrato de la ciudad catalana y multitud de clichés– y en el que la nueva camada de herederos se disputa el gran título. Ya se sabe, la unión hace la fuerza.
«Planeamos este final, pero no podríamos haber planeado cuántos instrumentos tocaremos en la sinfonía del final. Teníamos nuestras cabezas con Johnny y Daniel, y un poco de Miguel y un poco de Robbie y Sam al principio de la serie. Ahora, hay 40 personajes de los que estamos enamorados y a los que queremos darles el final correcto», reconoció Jon Hurwitz, uno de sus creadores, en el portal 'Screen Rant'. Pero toca cerrar ciclo.
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