¡Qué barato sale dar un golpe!

El alivio de la carga económica del procés, que irá a más cuando consumen el cupo, se suma al alivio de la carga penal de la trama golpista del 1-O de 2017. Primero fueron los indultos y el 'restyling' del Código Penal, después la amnistía, extendiendo los delitos hasta el delirio jurídico y las fechas hasta el disparate histórico. El independentismo ya sabe que Sánchez siempre va a pasar por caja. Sólo se trata de llevar el regateo al punto G de satisfacción mutua. Tipos que atentaron contra infraestructuras clave del Estado, que hirieron gravemente a policías, se van de rositas junto a los malversadores. Y la lección para el independentismo es estimulante: puedes desafiar el orden constitucional, poniendo en jaque las costuras de la vieja España, que siempre podrás dar después con un Sánchez sin escrúpulos dispuesto a pagar bien tus escaños.

Irónicamente Sánchez y su coro de la izquierda lanzan estos días un relato chusco a sabiendas de que su clientela no se cuestionará la estupidez: retan al PP a comportarse como un partido europeo, al modo de los alemanes que vetan el pacto con la extrema derecha. Pero la lección alemana no está en la CDU, sino en los socialistas. Ellos ya han pactado con el centro-derecha antes que con los comunistas, y vuelven a estar ahí para cortar el paso a la extrema derecha. Esa solución por el centro es lo que Sánchez vetó en 2016 con su 'no es no' y lo que consumó entre 2018 y 2023, pactando con la extrema izquierda y completando sus mayorías con los albaceas de ETA y con los 'indepes' que habían dado un golpe al orden constitucional. Muy europeo. Y desde entonces sufraga su permanencia en el poder a cambio de pasar por caja. El independentismo ya ha aprendido la gran lección: dar un golpe es realmente barato y hasta puede ser rentable. ¿Cómo no van a caer en la tentación de volver a hacerlo? Saben que sólo tendrán que esperar a un vendepatrias oportunista como Sánchez.